El pulsioxímetro pediátrico es un dispositivo electrónico de diagnóstico, muy fácil de usar y rápido en la medición. Muestra la saturación de oxígeno en sangre (spo2%) y las pulsaciones por minuto (frecuencia cardíaca), así como la onda plestimográfica para detectar posibles arrítmias. Dispone de una pantalla LED retroiluminada que facilita la visualización de la pantalla incluso con luz solar directa.

Tiene un peso de 50 gramos incluyendo las baterías, lo que lo convierte en un utensilio compacto y ligero, ideal para llevarlo en el equipo personal. Obtiene la energía de dos pilas AAA, que garantizan un funcionamiento contínuo e ininterrumpido durante más de 30 horas; asimismo, incluye un indicador de batería baja para avisar al usuario de los últimos minutos de funcionamiento.

Su uso es extremadamente sencillo. Basta con introducir el dedo en el interior y presionar el botón de encendido. Automáticamente el pulsioxímetro iniciará la medición y mostrará los resultados. Para apagarlo, bastará con retirar el dedo y el pulsioxímetro detectará que no está siendo utilizado, apagándose a los 8 segundos. El rango de saturación va desde el 35 hasta el 99%, con un margen de error de ±0,02.